Estos eventos resaltan la necesidad de reforzar la protección y conservación de esta especie en peligro
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales está investigando la muerte reciente de un manatí, encontrado el pasado jueves en el manglar del caño principal del Parque Nacional El Morro.
El cuerpo fue enviado al Acuario Nacional para realizar una necropsia con el fin de determinar la causa de su fallecimiento, a pesar de que se encontraba en un estado avanzado de descomposición.
Juan Guzmán, coordinador Regional Norte de Áreas Protegidas, informó que en el último año se han reportado cuatro muertes de manatíes en diversas áreas, incluyendo los manglares de Puerto Juanita, el Parque Nacional La Hispaniola y el Parque Nacional El Morro. Estos eventos resaltan la necesidad de reforzar la protección y conservación de esta especie en peligro.
Actualmente, se estima que hay alrededor de 110 manatíes en la República Dominicana. La especie está catalogada como en peligro de extinción en la Lista Roja de Especies de 2018. Las principales amenazas incluyen el desarrollo costero insostenible, la contaminación de su hábitat, la caza furtiva, los enredos en redes de pesca y los choques con embarcaciones. El cambio climático también agrava estos problemas.
El Ministerio de Medio Ambiente, a través del Viceministerio de Recursos Costeros y Marinos, ha venido implementando un programa de conservación para el manatí antillano. Este programa incluye monitoreo y control de la especie, además de la atención de varamientos. En colaboración con el Acuario Nacional y otras instituciones, se aplican protocolos de conservación para asegurar la supervivencia de la especie y se realizan necropsias a los ejemplares que son encontrados sin vida, con la finalidad de estudiar la causa de las muertes y analizar las posibles acciones de preservación.
Nicole Fernández, encargada de la clínica veterinaria del Acuario Nacional, explica que, al recibir un manatí varado, se evalúa si está vivo o muerto. En caso de estar vivo, se decide si necesita ser trasladado al Acuario Nacional o si puede ser atendido en el lugar. Una vez en el acuario, se aplican protocolos específicos que incluyen análisis morfométricos, toma de muestras y, en el caso de neonatos, se preparan fórmulas lácteas especiales para suministrarles.