AFP
Ciudad de México, México
México prohibió desde este martes el uso de vapeadores y cigarros electrónicos por los daños que causan a la salud, a través de un decreto firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
«Es mentira que los nuevos productos, los vapeadores, son una alternativa al cigarro. (…) Hay una propaganda que indica que lo que hace daño es quemar el tabaco, el humo, pero eso es falso. También los vapores son dañinos para la salud», dijo el mandatario izquierdista en su conferencia de prensa matutina.
Los vapeadores actúan calentando un cartucho de líquido que contiene nicotina y otras toxinas en aerosol. Los usuarios inhalan el vapor resultante imitando el consumo de cigarros convencionales.
México ya había prohibido en octubre pasado la importación y exportación de los vapeadores, cigarros electrónicos y sus cartuchos, pero las empresas han seguido comercializando los productos que tenían en reserva, dijo durante la presentación del decreto el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
Este nueva medida, presentada este martes cuando se conmemora el Día mundial sin tabaco, prohíbe «también la circulación y comercialización de estos nuevos productos», detalló el funcionario.
En el Congreso se anticipa además la discusión de una iniciativa para ampliar los sitios donde está prohibido fumar, para incluir playas, estadios y centros de espectáculos al aire libre.
México ha lanzado dos alertas, en 2021 y este año, sobre los riesgos de estas nuevas modalidades en el consumo de tabaco.
Las autoridades han realizado 158 operativos de verificación y se han decomisado 9.582 unidades y máquinas de venta de estos productos, según cifras presentadas en la conferencia.
En abril pasado, en Estados Unidos, la firma de vapeadores Juul acordó pagar 22,5 millones de dólares por una demanda que la acusaba de enfocar su publicidad en adolescentes y mentir sobre qué tan adictivos son sus productos.
La Organización Mundial de la Salud advirtió en un informe divulgado el lunes que la industria del tabaco es uno de los mayores contaminantes del mundo y responsable de la pérdida de unos 600 millones de árboles cada año, pues utiliza 200.000 hectáreas de tierra y 22.000 millones de toneladas de agua anualmente.