Proyecto de Presupuesto General del Estado para el próximo año, presenta un déficit fiscal del Gobierno Central de 3% del PIB
Por Richard Medina
Con el retiro del proyecto de reforma fiscal, el Gobierno evitó una crisis social. La reforma planteada, además de que no fue conversada con prácticamente ningún sector, cargaba desproporcionadamente a la clase media y generaba fuertes desincentivos al ahorro. Asimismo, sin hacer público un análisis económico justificativo, eliminaba abruptamente los incentivos al turismo, industria local, construcción y zonas francas. No obstante, se mantienen los mismos problemas fiscales.
El proyecto de Presupuesto General del Estado de 2025 presenta un déficit fiscal del Gobierno Central de 3% del PIB. Para mantener esa cifra, se redujo el gasto de capital (inversión pública) en RD$20,000 millones, hasta 2.3% del PIB, la cifra más baja desde 1990. La reducción de la inversión se debe a que el Gobierno necesitaba acomodar el aumento de RD$34,679 millones en pago de intereses de la deuda, que en 2025 totalizarán 3.7% del PIB y equivaldrán a 24.1% de los ingresos corrientes estimados (entre los diez países con mayor carga de intereses del mundo). También, se hizo espacio para un aumento de RD$18,721 millones adicionales en pago de nómina para 2025
Por el lado de los ingresos, se proyectan recaudaciones equivalentes a 15.3% del PIB para el Gobierno Central en 2025. Esto es menor al 16.5% del PIB de recaudaciones estimadas para 2024, entre otras razones porque ya no se contará con los ingresos extraordinarios del pago del canon de AERODOM y porque toca amortizar el pago de impuestos adelantados de 2023 y 2024.
Ante la situación descrita, se espera que el Gobierno modifique el proyecto de presupuesto de 2025 para hacerlo más realista: un aumento de gasto de capital de al menos 0.4% del PIB para cumplir con los proyectos de infraestructura anunciados para 2024-2025 y con la apropiación necesaria para las obras actualmente en construcción; y de 0.2% del PIB en gasto corriente para cumplir con compromisos adicionales de nómina y algunos subsidios. Esto empujaría el déficit fiscal hasta 3.6% del PIB en 2025.