Como si fuera una pandemia más, en el país se han puesto de moda los estafadores que ganan fama a nivel mediático, los cuales se han hecho ricos a través de promesas de multiplicar el dinero de la gente, cual Jesús a los peces.
Han sido cientos los que han caído en la tentación de invertir sus “chelitos” para recibir ganancias, mordiendo el anzuelo, luego solo queda el lloro y el lamento.
De nada han valido las advertencias de las instituciones financieras del país, como la Superintendencia de Bancos, pues de tiempo en tiempo la gente sigue cayendo en engaños ante la promesa de una ganancia y rentabilidad extremadamente buena.
Desde la “mantequilla” de Wilkin García Peguero, que prometió a sus víctimas una mina de oro más grande que la de Salomón, pasando a Jairo González con su “negocio” de las criptomonedas hasta llegar a la supuesta estafa inmobiliaria del ingeniero Emmanuel Rivera, han sido la carnada perfecta con las que recurrentemente se atrapan a miles de incautos que depositan su confianza y dinero en estos y luego lo pierden todo.
Una característica que tienen en común los casos más sonados de estafa tras la pandemia del Covid-19 es su resonancia en los medios de comunicación.
Algunos de estos criminales engañan a sus víctimas aprovechando la confusión, desinformación y desesperación de muchos.
La tasa de retorno de los bancos vs. oferta de estafa
La tasa de retorno de interés que pagan los bancos a los ahorristas se queda corta ante las promesas de ganancias astronómicas que presentan estos estafadores.
Al ser abordado sobre este tipo de estafas, el superintendente de Bancos, Alejandro Fernández W. sostuvo que en el caso de “Mantequilla” solo hay que detenerse por un momento y analizar la oferta, pues un beneficio de 10% anual, equivale a un 480% mensual, cuando en el sistema financiero la banca paga de 9% a 10%, 11% y 12%, por lo que a simple vista eso no es sostenible.
Lo cierto es que en todos estos negocios bajo el esquema de pirámide los primeros en llegar “beben agua limpia” y sacan ganancias, por lo que la fama corre como pólvora, y esa es la carnada perfecta para atraer a incautos y ambiciosos.
Caso Mantequilla
Wilkin García Peguero alias «Mantequilla», está acusado de estafa y amenaza de muerte. Decía tener una «fórmula» secreta para multiplicar el dinero que los ahorristas depositaban en su empresa.
Su fama nació en su natal Monte Plata y se fue extendiendo por todo el país.
García Peguero, según ha establecido el Ministerio Público, captó millones de pesos a través de una empresa no regulada, denominada 3.14 Inversiones World Wide, que operó en un local comercial y en una residencia del municipio Sabana Grande de Boyá, y sobre la que las autoridades financieras advirtieron a la población de que se trataba de un negocio piramidal.
La fiscalía de Monte Plata recibió unas 25 querellas formales por estafa presentadas por ciudadanos a través de abogados contra García Peguero, así como unas 10 denuncias interpuestas directamente por ciudadanos.
Cuando se quedó sin «fórmula» fue detenido y hoy está cumpliendo seis meses de prisión preventiva como medida de coerción.
Jairo González
Jairo González está acusado de estafar más de 200 personas con 100 millones de dólares, mediante supuestas inversiones en la bolsa de valores y en el negocio de criptomonedas.
Según la solicitud de coerción del Ministerio Público, Jairo González creó una sociedad comercial para participar en el mercado de valores sin poseer la autorización de la Superintendencia de Valores del país, y se identificaba como corredor de bolsa de inversión Forex Internacional.
Además, el expediente señala que es el presidente de las empresas “Haverst Trading Cap. SRL y Harvest Group y Asociados SRL”, ubicada en la avenida Núñez de Cáceres, edificio Corporativo, en el sector El Millón, Distrito Nacional, desde donde ofrecía los servicios y cursos de inversiones a las víctimas para dar confianza de que el negocio era seguro.
Asimismo, indica que González creó la página de internet htttps/harvesttradingcap.com, para hacerles creer a sus inversionistas de que se trataba de un negocio formal y garantizado.
Hoy González cumple 18 meses de prisión preventiva.
Cientos de personas invirtieron cuantiosas sumas de dinero para hacer las tareas, que dejaban casi RD$200,000, pero la plataforma colapsó.
Kakao Talk es una aplicación cuyo nombre similar al sistema de mensajería de Corea, prometía ganancias exorbitantes sin hacer el mínimo de esfuerzo.
El negocio consistía en suscribirse con el número de celular a la aplicación con un enlace que le facilitaba un conocido. Una vez dentro, el dinero se generaba haciendo las tareas, que consistían en dar like y seguir canales de YouTube, Facebook, Instagram y TikTok.
Los nuevos usuarios entraban en el nivel 0, de un total de 5, y les ponían tres tareas para obtener 20 dólares. Cada tarea podía dejarle hasta dos dólares, dependiendo. Para hacer más tareas, a fin de ganar más dinero había que subir de nivel, pero para eso debía pagar desde 100 Tether (una criptomoneda) por el nivel 1 hasta 3,600 Tether por el nivel 5.
Por este caso no hay detenidos.
Sarah Rodríguez Díaz era la cabecilla de una red que estafó a más de 50 personas con un falso modelo de inversión que prometía multiplicar lo aportado a través del mercado de las criptomonedas.
Utilizó numerosas estrategias engañosas para captar clientes a quienes convencía de realizar depósitos bancarios y en efectivo, en moneda local y en dólares, efectuándose una estafa que supera los 50 millones de pesos.
Las investigaciones del Ministerio Público determinaron que la imputada presentó un negocio ficticio a través de la entidad Black Box Investment E.I.R.L. y que, para alegar el éxito de la inversión, “mostraba una aparente solvencia económica, por la opulenta vida que exhibía, con compras de vehículos, patrocinio de eventos y supuestos negocios alternos”.
La imputada utilizaba documentos falsos para mostrar supuestas transacciones e inversiones.
Por el caso la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente le impuso prisión preventiva.
Emmanuel Rivera, el caso más reciente
El empresario Emmanuel Rivera Ledesma, a quien se le atribuye la dirección de una red que estafó con millones de pesos a 144 personas mediante oferta de apartamentos en siete proyectos inmobiliarios fue dejado detenido el miércoles pasado, luego que miembros del Ministerio Público lo interrogaron por más de diez horas.
Espacio donde se construiría Riviera Tower, uno de los proyectos que pertenecen a la empresa Indisarq. José francisco
Rivera es supuestamente el cabecilla de una red criminal que utilizó las empresas Indisarq, CRD Equipos Pesados, el Grupo Wimar y Auto Xperts AFM, a través de los que habrían creado un esquema inmobiliario fraudulento para la ejecución de estafas, falsificación, asociación de malhechores y lavado de activos en perjuicio de las víctimas a las que ofertaban viviendas a través de siete proyectos inmobiliarios.
Las víctimas, la mayoría de las cuales residen en el extranjero, pagaron al empresario Emmanuel Rivera Ledesma desde 15 mil dólares hasta 500 mil que depositaban en fracciones en cuentas bancarias de los miembros de la red.
Hasta la fecha, el monto estimado de la supuesta estafa es de US$3 millones, que se traducen en unos RD$175 millones.
En común denominador en esta operación es que las unidades habitacionales ofertadas por el empresario fueron vendidas a varias personas.
Advertencia del Superintendente de Bancos
En varias ocasiones el superintendente de Bancos, Alejandro Fernández W, ha advertido sobre estos tipos de negocios, señalando que esta actividad se trata de un esquema piramidal insostenible.
«Bajo el marco legal actual solo podemos limitarnos a advertirle, por vía de los medios de comunicación y nuestras iniciativas de educación financiera, que usted está tomando una decisión errada y que perderá su dinero», indicó Fernández W cuando el caso de Mantequilla estaba en su apogeo.
Alejandro Fernández, superintendente de Bancos.
«Si usted lleva su dinero a un brujo para que se lo multiplique con su magia, usted es libre de hacerlo. Como Superintendente de Bancos hay muy poco que nosotros, o cualquier otra superintendencia, pueda hacer para evitar que Ud. meta su dinero donde quiera o haga con el lo que quiera. Si le están haciendo una oferta de «inversión» que es demasiada buena para ser verdad, puede escribir esto en piedra: Se trata de una ESTAFA», advirtió Fernández W.
La advertencia de Fernández fue dada a propósito del caso de Mantequilla, pero esto no fue un obstáculo para que proliferaran otras estafas similares. ¿Cuál será el próximo multiplicador con fórmula mágica, seguirán las personas mordiendo estos anzuelos?
Por. Awilda Cuello. El Día