Nueva York. Los dominicanos salieron ayer a las calles para su primer desfile tras la pandemia y festejaron con música, folclor y algarabía los logros en Estados Unidos, donde han ganado poder político y económico como dueños de bodegas, restaurantes o cadenas de supermercados.
Portando su bandera o vestidos con sus colores blanco, rojo y azul, miles de dominicanos abarrotaron la Sexta Avenida de Manhattan, en la que se escuchó el sonido de la tambora, el güiro y el acordeón, instrumentos básicos en el merengue, que resonó con fuerza, en el 40 aniversario del desfile.
También se escucharon los ritmos urbanos en un día en que el calor castigó menos que en días pasados y en que festejaron su presencia en este país, que acoge el 75 % de esta emigración, radicados en su mayoría en Nueva York.
“¡Dominicanos!” y “¡Que viva Santo Domingo!” como se conoce a la República Dominicana aunque es el nombre de su capital, gritaban desde las carrozas provocando ensordecedores gritos de los asistentes, en su mayoría jóvenes.
Desde 1991, cuando se eligió en Nueva York al primer dominicano, Guillermo Linares, al Concejo de la ciudad, esta comunidad ha avanzado en la política y también los negocios. Algunos son emigrantes, y aunque otros nacieron en EE.UU., se identifican como parte de esta comunidad.
En el 2011 tuvieron a su primer senador estatal, Adriano Espaillat, que en 2017 hizo historia también como el primer congresista dominicano en EE.UU.
“Partimos de la década de 1990 con la elección de la primera persona de origen dominicano. Sin embargo, ahora hay 5 concejales (de un total de 51)” en la ciudad y cuentan con representación en la Asamblea estatal y el Congreso, todos demócratas, comentó Ramona Hernández, directora del Instituto de Estudios Dominicanos de la Universidad pública de la Ciudad (CUNY, en inglés).
El desfile contó como gran mariscal a Ydanis Rodríguez, primer dominicano designado como comisionado del Departamento de Transporte.
Hernández aseguró que los dominicanos “se fueron apoderando poco a poco de los espacios” en la política y que “no se van a detener donde están” para aumentar ese poder, que se extiende a otros estados como Nueva Jersey, Massachusetts o Rhode Island, donde su vicegobernadora, Sabina Matos, es una emigrante de ese país caribeño.
Sin embargo, no se han limitado al ámbito político: son dueños de compañías de taxis, restaurantes, salones de belleza, bodegas y cadenas de supermercados que generan al año unos 40.000 millones de dólares al año, aseguró la socióloga.
Para el congresista Adriano Espaillat, que estuvo ayer acompañado por la gobernadora del Estado, Kathy Hochul, el avance responde al crecimiento de la población, en que hijos de inmigrantes se han insertado en la política y espera que tras las elecciones de noviembre cuenten con un senador estatal.
“Si no tienes un asiento en la mesa, no estás en el menú”, afirmó sobre su comunidad, que también cuenta con su primer presidente de condado, en Brooklyn, Antonio Reynoso.
EFE