Para satisfacer las necesidades cambiantes que presenta el talento multidimensional en las compañías, cada vez es más necesario proporcionar una estrategia de beneficios sociales personalizada y que permanezca activa en el tiempo. Ésta es la clave para mantener a los empleados satisfechos, comprometidos y leales, especialmente si hablamos de la Generación Z, que es la que está marcando la pauta de este nuevo estándar de compromiso respecto a los beneficios sociales, informa RRHHDigital.
Según se desprende del último estudio de Tendencias de Beneficios para Empleados de MetLife, esta generación espera una experiencia de beneficios más personalizada a lo largo del año que los profesionales de otras generaciones. En concreto, el 68% de los empleados de la Generación Z quieren que su compañía se comunique con ellos más veces a lo largo del año una vez que se han fijado los beneficios sociales anuales, según el estudio.
Dado que se espera que el número de empleados de la Generación Z como fuerza laboral supere al de los baby boomers a principios de 2024, las empresas deberán reevaluar sus estrategias de beneficios sociales con miras a cumplir las expectativas de la Generación Z. En este sentido, el estudio de MetLife señala que la mitad de los empleados de esta generación dice que la mayoría de las comunicaciones sobre beneficios sociales que reciben dejaron de ser relevantes para ellos, y el 63% desearía que sus compañías les ofrecieran recomendaciones más personalizadas. Esto se produce, además, en un contexto en el que los trabajadores de la Generación Z son menos propensos a decir que los beneficios sociales satisfacen sus cambiantes necesidades a lo largo de sus vidas.
En este sentido, es cada vez más necesario que las compañías planifiquen sus estrategias de beneficios sociales anuales reconociendo las preferencias únicas y personalizadas de cada generación y teniendo en cuenta los estándares de la Generación Z como promotores de un escenario de experiencias más positivas para los empleados. De este modo, los empleadores satisfarán mejor las necesidades del total de los profesionales que colaboran con la organización.
Si bien la Generación Z se expresa más claramente sobre sus necesidades, no es la única que busca una experiencia de beneficios personalizada y completa. La investigación de MetLife revela que los empleados de todos los grupos de edad están plateando desafíos que quieren que sus compañías aborden. De este modo, el 54% de todos los empleados desearían tener recomendaciones de beneficios sociales personalizadas y el 65% quieren que su empleador se comunique con ellos sobre sus beneficios a lo largo de todo el año.
Si bien la información inicial prepara el escenario, aumentar la comunicación sobre los beneficios a lo largo del año puede mejorar la comprensión de los empleados. Para ello existen herramientas como Nayya, que recientemente ha firmado una colaboración con MetLife, que las compañías pueden aprovechar y que brindan una orientación educativa y un compromiso permanente, ayudando a los empleados a obtener el máximo valor de sus beneficios al seleccionar los más relevantes para sus necesidades individuales, especialmente a medida que cada generación se acerca a diferentes momentos vitales. Por ejemplo, los millennials que inauguran la paternidad pueden estar interesados en opciones relacionadas con el cuidado de los niños o los beneficios de fertilidad, mientras que los empleados de la Generación X que asumen el papel de «cuidadores» de los padres ancianos pueden estar buscando beneficios que les ayuden a cuidar a sus seres queridos.
Lograr los objetivos empresariales a través de la participación y los beneficios sociales
Para los empleadores, abordar las estrategias de beneficios sociales con un enfoque basado en la educación continua y una mayor utilización durante todo el año ofrece un retorno de la inversión. Más allá de tener a unos profesionales satisfechos, los datos de MetLife muestran que esto haría que uno de cada dos empleados se sintiera más cuidado.
Según el estudio, cuidar a los empleados tiene un impacto tangible en el bienestar, la felicidad y la satisfacción general de las personas y, por tanto, en el rendimiento de la organización; lo que hace necesario una mayor involucración y cuidado de los empleados por parte del empleador a medida que éstos evolucionan. La clave está en incrementar la comunicación y los recursos oportunos y accesibles para garantizar que cada generación entienda cómo elegir y utilizar los beneficios sociales más adecuados para sus necesidades a lo largo de todo el año.
Fuente: RRHHDigital