Quito. Ecudor. AP
En medio de la crisis política desatada tras la disolución de la Asamblea Nacional de Ecuador por parte del presidente Guillermo Lasso, han comenzado a emerger los posibles candidatos para los comicios presidenciales y legislativos.
La máxima autoridad electoral anticipó que las nuevas elecciones para asambleístas y presidente -que completarán el actual mandato- se realizarían en agosto. Se espera que el ente electoral convoque los nuevos comicios en los próximos días.
Entre los políticos que han empezado a promocionarse para disputar la acortada presidencia de un año y medio figura el indígena y abogado ecologista Yaku Pérez, quien en los comicios pasados estuvo a punto de dejar afuera de la segunda vuelta a Lasso, quien al final se impuso por un margen mínimo.
También suenan los nombres del ex vicepresidente Otto Sonnenholzner, los ex asambleístas Fernando Villavicencio y Daniel Noboa y el ex postulante presidencial Pedro Freile. Además se espera que el principal partido opositor Unión por la Esperanza -afín al expresidente Rafael Correa (2007-2017)- y el partido oficialista CREO participen con sus respectivos abanderados.
Pérez dijo ayer viernes en una entrevista telefónica con The Associated Press que se estaba preparando para la contienda de 2025, pero “como el día amaneció más pronto, parece que vamos a tener que asumir el reto” para este período de transición.
“Es muy difícil, muy duro, pero que por responsabilidad histórica con el país nos tocará asumir”, acotó. Dijo que el partido Democracia Sí le ha propuesto la candidatura junto con organizaciones políticas y sociales.
Pérez se presentó en las últimas elecciones por el partido indígena Pachakutik enarbolando las banderas de la protección de las fuentes de agua, de la tierra y el rechazo al extractivismo minero y petrolífero. Hizo su campaña en una bicicleta de bambú y caminando, lo que despertó simpatía, especialmente en los sectores populares.
Pérez señaló que Ecuador pasa por “la peor crisis” debido a problemas económicos y al recrudecimiento de la violencia del crimen organizado y el narcotráfico, así como a una “corrupción galopante”. El político, además, señaló la “indolencia” del gobierno hacia los sectores indígenas y campesinos, considerados los más vulnerables.
DISOLUCIÓN DE LA ASAMBLEA
Lasso, de 67 años y quien está en la mitad de sus cuatro años de gobierno, dispuso la disolución de la Asamblea -que le realizaba un juicio político por presunta malversación de fondos- como una vía para salir del enfrentamiento político. El mandatario no ha dicho claramente si se postulará nuevamente.
Durante la tarde, medio centenar de estudiantes universitarios lanzaron gritos de protesta en contra de la decisión de Lasso en las inmediaciones de la Universidad Central, donde quemaron un monigote con una careta con el rostro del presidente.
Desde la disolución de la Asamblea el país ha permanecido en relativa calma.
El Consejo Nacional Electoral anticipó que el 20 de agosto se realizaría la primera ronda electoral y el 15 de octubre una eventual segunda vuelta, aunque esas fechas deben ser ratificadas por ese organismo.
Sonnenholzner, quien fue vicepresidente durante el gobierno de Lenín Moreno (2017-2021), manifestó a la local radio Única que analiza la posibilidad de competir en los nuevos comicios. “Estamos no sólo en capacidad sino en la obligación de asumir los desafíos” de una eventual candidatura presidencial, señaló.
Por su parte, Villavicencio, un conocido ex asambleísta contrario a Correa, también confirmó que baraja esa alternativa pero dijo que antes de tomar una decisión final se reunirá con partidos y organizaciones que podrían apoyarlo.
Según analistas, desde el inicio de la gestión de Lasso la mayoría opositora en el Legislativo se constituyó en un permanente obstáculo para que el presidente pudiese ejecutar su plan de gobierno, al bloquear o rechazar proyectos que el Ejecutivo consideraba vitales como uno para atraer inversiones y modificar caducas normas laborales.