Reuters
Este viernes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elevó de manera oficial el tope en el número de admisiones de refugiados que aceptará el país norteamericano durante el año fiscal 2022, el cual comenzó el 1 de octubre pasado, autorizando un máximo de 125.000, cifra que dobla el número previsto para el año fiscal 2021.
De acuerdo a lo dispuesto por el mandatario, el aumento en el tope de admisión de refugiados en los Estados Unidos durante el año fiscal en curso «está justificado por razones humanitarias» consideradas como «de interés nacional».
Según anunció el inquilino de la Casa Blanca, el número de admisiones será distribuido entre los refugiados de especial interés humanitario para los Estados Unidos, garantizando así la entrada de 40.000 personas procedentes de África, 15.000 para la región de América Latina y el Caribe, 35.000 de Oriente Próximo y el sur de Asia, así como 15.000 de Asia oriental. Además, contempla una reserva de 10.000 admisiones no asignada a ninguna región.
A pesar de que el número de admisiones autorizado por Biden para el año fiscal 2021 fue de 62.500, durante ese periodo la Administración estadounidense aceptó únicamente a 11.411 refugiados, la cifra más baja en los últimos 40 años