Por Cristina Sánchez Reyes
Ciudad de México, (EFE).- La recién aprobada reforma al Poder Judicial que, entre otras cosas, propone la elección de jueces por voto popular, es un peligro no sólo para el Estado de derecho en México, sino para el mundo, afirmó este miércoles la presidenta de la Asociación Internacional de Abogados (IBA), Almudena Arpón de Mendívil.
“La comunidad legal internacional ha dicho: esto es peligroso y es peligroso no solo para México, es peligroso porque como el Estado de derecho está erosionando en todo el mundo tenemos que intentar, entre todos, que eso no se produzca porque, si no al final, todos estamos conectados en el mundo global”, aseguró en entrevista con EFE.
En el marco de la conferencia anual de la IBA, que se realiza en Ciudad de México, Arpón de Mendívil cuestionó la celeridad con la que fue aprobada la reforma judicial, pues aseguró que, desde que fue propuesta y hasta su discusión, existieron interrogantes de diversos organismos internacionales sobre los riesgos que conlleva la iniciativa.
“¿Por qué había tanta prisa en aprobar una norma que plantea estos interrogantes? ¿No merecía un poquito más de reflexión? Esa era mi principal cuestión”, acotó la presidenta de la mayor organización internacional de abogados.
Efectos sobre la sociedad y las inversiones
Arpón de Mendívil recordó el impacto que tiene la abogacía y el Estado de Derecho en la sociedad, pues promueve el desarrollo económico sostenible, en un país como México, que actualmente ocupa el puesto 12 en la clasificación económica mundial por PIB, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Asimismo, refirió que el Estado de derecho promueve la inversión extranjera, un rubro en el que México se encuentra en una situación “inmejorable” gracias a factores como el ‘nearshoring’ y los nómadas digitales que eligen al país para asentarse.
“Los inversores tienen en cuenta tres cosas principalmente a la hora de decidir dónde van a poner sus recursos económicos: tienen en cuenta la estabilidad del Gobierno, tienen en cuenta (la) seguridad jurídica, es decir, no me cambien el mapa una vez que yo haya invertido y (el) Estado de derecho”, zanjó.
Reiteró que al hablar de Estado de derecho también se habla de un buen nivel de vida de los ciudadanos, de tener opiniones independientes y de poder manifestarse a la manifestación.
Y explicó que para que la democracia funcione, en cualquier país, la piedra angular es la independencia del Poder Judicial.
“Entonces una reforma constitucional que plantea dudas importantes sobre esa independencia y que plantea dudas importantes sobre la profesionalidad de quienes van a ser los jueces; que plantea dudas importantes sobre la estabilidad en su mandato es, desde mi punto de vista, una reforma que requiere un estudio”, enfatizó.
Un momento de calma en México
Aseveró que aunque la aprobación de la reforma fue por “motivos políticos”, ahora lo que se necesita es un momento de calma.
“Creo que hace falta un momento de tranquilidad, de serenidad, de recapacitación y a continuación abrir vías de diálogo. No parar, no cejar, no abandonar porque, bueno, si resulta que al final la reforma es correcta, pues viva la reforma, si no es correcta, se podrá rectificar”, señaló.
El evento, que concluye este viernes, contó con personalidades como el expresidente de México, Ernesto Zedillo, (1994-2000); la premio Nobel de la paz, Rigoberta Menchú; y la actual ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México, Norma Piña, entre otros.
Durante la reunión, se presentará un proyecto sobre Inteligencia Artificial y un informe que alerta sobre que más del 80 % de la población mundial vive en países que han sufrido una erosión en su nivel del Estado de derecho, con Venezuela en el último puesto y países latinoamericanos como Nicaragua, Bolivia y Ecuador entre los escalones más bajos. EFE