Poco después de que la estrella de la NFL Michael Vick fuera acusado en julio de 2007 de dirigir una operación de peles de perros, Nike se declaró culpable y se le suspendió el contrato, pero no está claro qué pasó exactamente con todas esas zapatillas
Nike no lo dijo, pero el analista de la industria Matt Powell cree que destruyó su suministro de Air Zoom Vick Vs.
Adidas tiene ahora un dilema similar con su línea Yeezy, dicen los observadores, excepto en una escala nunca vista en la industria de la moda. Meses después de cortar lazos con el rapero y diseñador de moda Kanye West por su flagrante antisemitismo, la compañía alemana advirtió el 9 de febrero que se enfrentaba a pérdidas masivas si no podía vender su inventario, planteando preguntas sobre sus opciones para la marca ahora manchada, incluyendo literalmente la quema de los zapatos.
Se trata de un cambio significativo con respecto a las previsiones de noviembre, cuando los responsables de la empresa afirmaron que podrían recuperar la “gran mayoría” de las pérdidas cambiando la marca de los inconfundibles zapatos -que cuestan entre 200 y 600 dólares- y vendiéndolos con descuento.
La situación ofrece una idea de lo que ocurre cuando una línea de moda llega a su fin repentinamente. Y los expertos dicen que la decisión, para la que Adidas ha dicho que aún faltan meses, será especialmente difícil porque la empresa se enfrenta a obstáculos éticos y financieros a cada paso.
Bjørn Gulden, recién nombrado Consejero Delegado, señaló este mes que la empresa podría no vender ningún producto existente, que los analistas valoran entre 300 y 500 millones de dólares. La empresa dijo que podría perder hasta 1.200 millones de euros (1.300 millones de dólares) en ingresos este año y 500 millones de euros en beneficios de explotación si no puede reconvertir la mercancía.
Se trata de un cambio significativo con respecto a las previsiones de noviembre, cuando los responsables de la empresa afirmaron que podrían recuperar la “gran mayoría” de las pérdidas cambiando la marca de los inconfundibles zapatos -que cuestan entre 200 y 600 dólares- y vendiéndolos con descuento.
La situación ofrece una idea de lo que ocurre cuando una línea de moda llega a su fin repentinamente. Y los expertos dicen que la decisión, para la que Adidas ha dicho que aún faltan meses, será especialmente difícil porque la empresa se enfrenta a obstáculos éticos y financieros a cada paso.
Bjørn Gulden, recién nombrado Consejero Delegado, señaló este mes que la empresa podría no vender ningún producto existente, que los analistas valoran entre 300 y 500 millones de dólares. La empresa dijo que podría perder hasta 1.200 millones de euros (1.300 millones de dólares) en ingresos este año y 500 millones de euros en beneficios de explotación si no puede reconvertir la mercancía.
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