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Kiruna, Suecia.- El principio del fin de la dependencia de Europa de China para los valiosos materiales de tierras raras puede estar enterrado en las profundidades de los escarpados confines del norte de Suecia, muy por encima del Círculo Polar Ártico.
La compañía sueca LKAB indicó ayer jueves que identificó en Laponia “yacimientos considerables” de elementos de tierras raras que son esenciales para la fabricación de smartphones, vehículos eléctricos y turbinas eólicas.
La empresa estatal que extrae mineral de hierro en Kiruna, a casi 1.000 kilómetros (600 millas) al norte de Estocolmo, señaló que hay más de un millón de toneladas de óxidos de tierras raras.
Según LKAB, es el depósito más grande conocido de su tipo en Europa. Pero la compañía advirtió que podría pasar al menos una década antes de que inicien los trabajos de minería.
La ministra de Industria sueca, Ebba Busch, llamó a Suecia “una mina de oro” tras el descubrimiento. Su anuncio se produjo cuando el brazo ejecutivo de la Unión Europea, la Comisión Europea, da los toques finales a una propuesta para su Ley de Materias Primas Críticas que ayudará a desarrollar cadenas de suministro confiables y sólidas.
Las tierras raras ahora llegan a la vida de casi todos en el planeta, apareciendo en todo, desde discos duros hasta ascensores y trenes. Son especialmente vitales para el campo de rápido crecimiento de la energía verde, alimentando turbinas eólicas y motores de automóviles eléctricos.
Pero la UE está muy por detrás de sus competidores en el mercado, obteniendo alrededor de 98% de sus minerales de tierras raras de China, y ninguno de ellos se extrae en Europa.
Según la Comisión Europea, la demanda se quintuplicará para 2030 debido a la transición digital y verde de la economía del bloque.