A pesar de que la producción nacional de arroz el año pasado fue de 14.3 millones de quintales, el país importó 4.2 millones del cereal, de acuerdo a cifras oficiales.
Eso está justificado en que ha aumentado el consumo per cápita de ese producto en la población, que en 2020 era de 100 mil quintales y hoy está en 150 mil mensual.
Al consultar al presidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), Osmar Benítez, afirmó que las importaciones de cualquier producto se justifican cuando hay algún faltante para el consumo y no permitir que haya escasez.
Benítez, ex-ministro de Agricultura (2018-2020), señaló que, “aquí hay gente que lo critica todo y no quiere que se importe nada, pero cuando hay un faltante de un producto, hay que importarlo para suplir ese déficit, hasta que el país lo recupere”.
Recordó que la producción nacional de arroz de 2023 fue de 13 millones de quintales y la del año pasado de 14.3 millones, pero, aún así, hubo que importar para cubrir un déficit debido a que el consumo se disparó.
Explicó que hay que recordar que el país exporta arroz partido a Haití, que se ha incrementado el consumo del turismo que está en más de 12 millones de visitantes, hubo sequías en noviembre y diciembre, y el año pasado inundaciones a final de la cosecha que influyeron en la reducción de la producción del cereal.
Otra razón que pudo influir en la merma de la siembra de ese rubro, fue el desmonte del arancel bajo el acuerdo del Dr-Cafta para el arroz de Estados Unidos.
mportancia del arroz
Es el principal producto en la dieta de los dominicanos, hasta el punto de que hay hogares en los que se come arroz dos y tres veces en el día y lo consumen como fuente de vitamina y carbohidratos.
Aquí se ha inventado lo que llamamos la bandera nacional: arroz, habichuela y carne. Algunos le agregan una ensaladita y plátano maduro.
Áreas de siembra
Es el cultivo que tiene más áreas sembradas bajo riego cada año y se estima en casi tres millones de tareas. Se siembra en dos estaciones: primavera e invierno. En la primera se cultiva un millón 400 mil tareas, entre diciembre y enero y se cosecha en marzo-abril. La segunda, normalmente se siembra un millón 600 mil tareas en junio-julio y se cosecha a final de septiembre y algunos llegan a noviembre.
Las zonas arroceras del país son Bajo Yuna, Cibao Central Oriental (La Vega, Cotuí, San Francisco de Macorís y Nagua), Noroeste (Valverde y Montecristi), San Juan, donde hay muchas tensiones, debido a que no hay agua suficiente para arroz, por la gran variedad de cultivos; Región Este (Seibo, Miches y La Altagracia) y Monseñor Nouel (Juma, Bonao).
Variedades
El país ha avanzado mucho en el manejo de variedades de arroz de alto rendimiento, con mayor rendimiento en la competencia con las malezas y resistencia a algunas situaciones, como las sequías, expresó Benítez. Dice que hay un trabajo que el país le reconoce a la Cooperación de Taiwán en los años 60, cuando se desarrollaron varias variedades reconocidas por el centro Juma-Bonao y otras variedades de algunos centros de investigación patrocinados por el Instituto Superior de Agricultura.
Recordó que la Cooperación Taiwanesa tenía dos especialistas en arroz, pero el más reconocido fue el doctor Yin Tieh Hsieh (fallecido). Indicó que hay una segunda fase en la innovación de variedades de arroz en el desarrollo tecnológico, con un grupo de empresas que hizo alianza con el Fondo Norteamericano de Arroz Bajo Riego (FLAS), con la Asociación Dominicana de Factorías de Arroz, la Federación de Productores de Arroz y el Consejo Nacional de Productores de la Reforma Agraria, quienes contribuyeron a fortalecer el cultivo.
De igual manera, Benitez explicó que se debe reconocer que ese avance se desarrolló en la gestión del ministro Ángel Estévez, quien contrató los servicios del dominicano Federico Cuevas, genetista de arroz, reconocido como uno de los mejores de la región y del mundo.
“Ese trabajo de Cuevas se continuó en mi gestión en Agricultura y en la de Limber Cruz se ha mantenido”, resaltó.
Aseguró que ese ha sido el factor preponderante del trabajo que se ha alcanzado en el aumento de la productividad, como el incremento en la producción de las semillas certificadas, la eliminación de los granos rojos y en el manejo de las malezas.
“Los resultados que hoy tenemos en arroz son fruto de ese trabajo continuo bien hecho del Estado y con el mantenimiento del personal que ha estado trabajando en ese proyecto”, indicó.
El presidente ejecutivo de la JAD afirmó que siempre ha dicho que “no se puede hacer política con la comida del pueblo dominicano. Uno tiene que conservar los técnicos calificados al servicio del Estado, para que puedan rendir frutos en beneficio de la población”.
Pignoración arroz
El Programa de Pignoración de Cosecha de arroz, que se inició 1998 (gestión de Amílcar Romero) ha sido fundamental en la protección nacional de ese cultivo, recordó Benítez. Cree que el país debe producir la comida que consumen los dominicanos.
Reconoció que los principales aliados de los productores son los consumidores y que con ellos hay que estar siempre pendiente para atender sus necesidades, para venderles comida a precio razonable, que no se les venda a un precio que les haga insostenible los alimentos a las familias.
Precisó que hay que estar pendiente permanentemente de que la política agrícola no es solo producción, también es comercio. “Eso más o menos lo hemos logrado en el país, aquí no ha habido situaciones de inestabilidad social ni política”. Afirmó que todos los gobiernos, desde Juan Bosch, Joaquín Balaguer, don Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco, Leonel Fernández, Hipólito Mejía, Danilo Medina y Luis Abinader, han apoyado la producción de arroz.
Reconoce a Abinader
Reconoció al presidente Luis Abinader por haber emitido el decreto 693-24, en el que hace uso de unos derechos consignados en los acuerdos de la OMC, para ser consolidados para el arroz, habichuela, ajo, cebolla, azúcar y leche, productos que definió como sensibles. Benítez precisó que el trabajo técnico de la Rectificación Técnica, que fue presentado por el presidente Balaguer, “fruto de una tarea que nos asignó para ir a Ginebra a averiguar lo que había pasado”.
La definió como la fórmula para proteger productos sensibles de la agricultura y la agroindustria.
Revisión legislación
Benitez sostuvo que el país tiene que revisar su legislación, reglamentos y normas relacionadas con el cambio climático, al advertir que no sea solo en titulares de periódicos.
“Esa es una realidad y el país tiene que prepararse para programas de prevención de impacto de fenómenos naturales y programas de mitigación del impacto de esos fenómenos naturales”, precisó.
Por otro lado, resaltó que el país no puede depender de los alimentos extranjeros, sino, de los dominicanos. Además, que ha recomendado que se incorpore a la producción nacional cerca de cuatro millones de tareas bajo riego. Señaló que la agricultura debe ser bajo riego, al precisar que la de secado depende de la gracia Divina. “Debemos crear presas, reservorios, hacer uso más eficiente del agua, cambiando la matriz de riego por inundación a riego presurizado”, proclamó.
(c) Por Evaristo Rubens. Periódico Hoy