La desarticulación de una red de oficiales corruptos que supuestamente robó casi un millón de proyectiles de los arsenales de Policía Nacional, para suplir a criminales haitianos, termina por admitir varias alertas internacionales sobre el tráfico de armamento y municiones que opera a través de la frontera dominico-haitiana.
Finalmente, el esquema criminal de policías que saqueaban los arsenales de la institución del orden empieza a tener nombres y apellidos tras el apresamiento de una decena de oficiales, mediante la Operación Pandora.
Y es precisamente una caja de Pandora que se ha destapado, pues desde el año pasado el país había insistido en desmentir alertas de la ONU, así como de congresistas estadounidenses sobre el tráfico de armamento y municiones entre la República Dominicana y Haití.
También la propia policía haitiana había señalado la presencia en su territorio de material bélico identificado como propiedad de la uniformada dominicana, sin embargo, no fue hasta el pasado 31 de octubre que las autoridades criollas admitieron una investigación por el robo de casi un millón de proyectiles.
Este fin de semana finalmente la olla de grillos hizo ebullición al confirmarse el apresamiento Narciso Antonio Féliz Romero, quien hasta hace 18 días fungía como el encargado de la custodia de las armas y municiones y quién habría destituido bajo el argumento de que se trataba de cambios rutinarios.
También fueron apresados el subintendente de armas, Juan Miguel Pérez Soler, el capitán Nelson Valdez, responsable del Depósito de Armas, Municiones y Pertrechos y otros subalternos.
Las autoridades no han establecido desde cuando opera esta red criminal; sin embargo, se recuerda que, en noviembre de 2022, las autoridades del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (CESFRONT) interceptaron en la frontera a dos mujeres haitianas que intentaban introducir ilegalmente desde RD a Haití un total de 22,160 municiones, aunque el origen nunca se divulgó.