El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, se pronunció con respecto al tráfico ilegal de inmigrantes y sugirió “modificar a la mayor brevedad posible las obsoletas prácticas de persecución y sustituirlas por controles efectivos para evitar las denuncias que afectan la imagen del país”.
Al participar como orador principal en el almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio de República Dominicana (Amchamdr), el canciller consideró que es necesario un cambio de enfoque en la persecución del tráfico ilegal de inmigrantes por el bien del país y de la imagen internacional de la nación.
Puntualizó además: “Es fundamental, y debemos ya modificar el abordaje de la persecución al tráfico ilegal de migrantes y la trata de personas, persiguiendo principalmente al traficante de forma vigorosa”
“Invertir el enfoque es necesario para detener de una vez por todas la puerta giratoria de la migración irregular. Si no combatimos efectivamente el tráfico y la trata, todas las demás medidas serían pírricas”, enfatizó.
Al referirse a los desafíos en la situación migratoria-laboral, Roberto Álvarez consideró que la inmigración irregular y su impacto en el mercado de trabajo pueden ser un obstáculo para insertar al país en las nuevas cadenas de producción de los principales socios de la nación.
Resaltó que el tráfico ilegal de migrantes y la trata de personas son crímenes graves contra la nación. En esa línea, en calidad de huésped de honor de Amchamdr, Álvarez afirmó que desde el inicio del Gobierno, el presidente Luis Abinader mostró gran interés en combatir la irregularidad migratoria en el país.
“Su preocupación ha estado dirigida a cumplir con las normas que regulan los mercados laborales, y a la vez fortalecer las medidas que apuntalen los máximos niveles de seguridad del país”, precisó.
Indicó que enfrentar la inmigración irregular precisa de un marco estratégico que vincule de una manera flexible la política migratoria con la modernización de la economía nacional.
En tal sentido, explicó que existen evidencias de que la irregularidad migratoria es un factor que afecta la formalidad laboral y los salarios de los inmigrantes, y los convierte a su vezn en un factor que empuja hacia abajo los honorarios de los trabajadores más pobres.
“Por el contrario, una gobernanza migratoria adecuada contribuiría a mejorar los salarios y la formalidad laboral en los sectores más pobres”, razonó.
En su ponencia, el ministro de Relaciones Exteriores planteó que la solución a este problema no debe pasar por alto el aporte de la inmigración a la economía.
En esa dirección, citó un reciente informe de la CEPAL que indica que la contribución de los inmigrantes a varias economías de América Latina ha aumentado en años recientes. En el caso dominicano pasó del 6.6% en 2017 al 8.7% en 2022.
“Hoy día, República Dominicana goza de una envidiable credibilidad y no deberíamos permitir que sea empañada por un tema que está en nuestras manos resolver” afirmó.
En su breve retrospectiva del problema, dijo que en los años 70 y 80, ocurrieron transformaciones políticas y económicas a nivel internacional, así como en República Dominicana y Haití que cambiaron el sentido de la inmigración haitiana.
“El flujo dejó de dirigirse principalmente a la economía azucarera y se expandió, primero, a la agricultura, y luego a los centros urbanos, donde los trabajadores se concentraron en la construcción y en la economía informal, y posteriormente algunos en el turismo. Surgió, así, una nueva corriente migratoria en paralelo a normas cada vez más restrictivas, mientras aumentó el uso de la mano de obra extranjera, y con ello la incidencia de las mafias de traficantes binacionales. Esto promovió mayor irregularidad”, destacó en su exposición.
Apoyo a elecciones en Haití
En su análisis sobre la política exterior, señaló que Haití es el factor externo que más ha incidido en la realidad del territorio dominicano.
Explicó que desde el asesinato del expresidente Jovenel Moïse, el vecino país ha estado sumergido en la peor crisis de su historia y que para llamar la atención sobre dicha situación el Gobierno dominicano, con el presidente Abinader a la cabeza, desplegó una sistemática ofensiva diplomática.
“En los últimos meses se han creado las condiciones para que Haití salga de esa situación. Se instaló un Consejo Presidencial de Transición, se designó un primer ministro y un nuevo gabinete, y llegaron los primeros efectivos kenianos de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití establecida por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, indicó. En conclusión, dijo que desde el Gobierno seguirán colaborando con la comunidad internacional, en lo que les compete, para contribuir a que Haití pueda celebrar elecciones y elegir un gobierno legítimo que asuma el poder el 7 de febrero de 2026. “Hoy tenemos la esperanza de que, en este momento histórico y crucial, Haití pueda emerger de la crisis en que ha estado sumido”, expresó.
Cerrar puertas
“Invertir el enfoque es necesario para detener de una vez por todas la puerta giratoria de la migración irregular”.
Urge cambio
“Debemos ya modificar el abordaje de la persecución al tráfico ilegal de migrantes y la trata de personas”
(Fuente:Diana Rodriguez. El Caribe)