AFP
El principal fiscal de Haití solicitó el martes al juez que investiga el asesinato del presidente Jovenel Moise presentar cargos contra el primer ministro Ariel Henry, debido a las supuestas llamadas telefónicas que habría tenido con uno de los principales sospechosos del crimen.
Bed-Ford Claude, comisario del gobierno de Puerto Príncipe, una figura equivalente al fiscal, pidió además que se le prohíba a Henry abandonar el territorio haitiano «debido a la gravedad de los hechos expuestos».
Moise fue asesinado el 7 de julio por un comando armado en su vivienda de Puerto Príncipe.
«Existen suficientes elementos comprometedores que forman (mi) convicción sobre la oportunidad de imputar al señor Henry y de pedir su inculpación pura y simple», dijo el fiscal en una carta dirigida al tribunal de primera instancia de Puerto Príncipe.
En una segunda nota, dirigida al director de migraciones, el comisario del gobierno justifica la medida de prohibir a Henry la salida del país, señalando las «graves presunciones de asesinato del presidente de la República».
La noche del viernes, Bed-Ford Claude ya había invitado al jefe del gobierno a presentarse el martes ante la fiscalía. El fiscal afirmó que Henry, unas horas después del asesinato de Moise, sostuvo conversaciones telefónicas con uno de las personas activamente buscadas en el contexto de la investigación.
Se trata de Joseph Félix Badio, exfigura de la unidad de lucha contra la corrupción, una dependencia del Ministerio de Justicia, quien habría sido geolocalizado en el barrio donde se halla la residencia privada de Jovenel Moise por las llamadas hechas a Ariel Henry a las 04H03 y luego a las 04H20 de la madrugada del atentado.
El sábado, Henry había denunciado las «maniobras de distracción» del fiscal.
«Las maniobras de distracción para crear confusión y evitar que la justicia haga su trabajo con calma no pasarán», dijo Henry.
«Los verdaderos culpables, los autores intelectuales y los patrocinadores del atroz asesinato del presidente Jovenel Moise serán encontrados, llevados ante la justicia y castigados por su crimen», agregó.
Cuarenta y ocho personas, entre ellas 18 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano, han sido detenidos en el marco de la investigación del asesinato de Moise, ultimado a tiros en su residencia sin que ninguno de los integrantes de su guardia privada resultara herido.