El pasado 5 de agosto celebramos el 523 aniversario de la fundación de la ciudad de Santo Domingo de Guzmán, Primada de América, que fue la sede del poder civil, político, militar y religioso del Reino de España en los nuevos territorios descubiertos por el navegante genovés Don Cristóbal Colón en la expedición de 1492.
La primera ubicación de la ciudad fue en la parte oriental de la desembocadura del rio Ozama, fundada entre el 4 y 5 de agosto de 1498 por Bartolomé Colón, hermano del navegante genovés.Este poblado fue llamado con el nombre de la Nueva Isabela y se convirtió en la capital de la isla después que Bartolomé decidiera abandonar La Isabela, el primer asentamiento de los españoles en los nuevos territorios descubiertos. La villa se estableció como un pequeño poblado de alrededor de unas 500 chozas de paja y madera, con un pequeño fortín llamado «la torrecilla» y una capilla, en lo que hoy se conoce como Villa Duarte. Pero la vida del efímero poblado llega a su fin, destruida por los efectos de un huracán, en apenas cuatro años después de su fundación.
En 1502 llega a La Española el Comendador Mayor de la orden de Alcántara, frey Nicolás de Ovando, que fue el encargado de trasladar la sede de la ciudad a la ribera occidental del Río Ozama. Nicolás de Ovando es el fundador de la nueva ciudad de Santo Domingo de Guzmán, en honor al patrono DoménicoColombo Domingo de Guzmán.
A finales del siglo XV y a inicio del XVI, se levantaron en La Española las primeras viviendas coloniales del Nuevo Mundo o del Continente Americano. Estas primeras casas, surgieron como producto de una necesidad obligatoria de alojamiento para los primeros conquistadores españoles e inmigrantes. Pero la llegada de Nicolás de Ovando y sus acompañantes tuvo un gran impacto en Santo Domingo, el núcleo alrededor del cual se desarrolló la colonia española en todos sus aspectos. Nicolás de Ovando promovió la colonización y la conquista y consolidó el dominio español en la isla. Ya tiempo después de elegir el asentamiento, Ovando se encarga de dirigir personalmente la disposición y organización de la villa sobre la base de un tablero de ajedrez, con calles dispuestas en ángulo recto y bloques rectangulares. Tiempo después fue nombrado Gobernador General de Santo Domingo.
En 1507, la ciudad recibió el estatuto real de ser la primera ciudad europea en el Nuevo Mundo, por órdenes generales de la Corona Española. Con este mandato se recibe también el privilegio de un escudo de armas, el cual era representado por dos leones dorados que tienen en lo alto una corona de oro, la cual representaba la Corona Española, y separados por una llave azul.
Bajo los gobiernos de Nicolás de Ovando y Don Diego Colón, hijo del almirante Cristóbal Colón, la ciudad de Santo Domingo comenzó a desarrollarse y se construyeron algunas de los edificaciones más emblemáticos de la antigua ciudad, una impresionante colección de edificios del siglo XVI, incluyendo casas palaciegas e iglesias que reflejan el estilo arquitectónico de la época medieval. La ciudad alcanzó tal esplendor que se le comparaba con las más hermosas ciudades españolas. Sirvió como modelo para la edificación de otras ciudades coloniales en América. Santo Domingo fue conocida como la Atenas del Nuevo Mundo, convirtiéndose en un dinámico centro cultural y en la cuna de todas las expediciones que se llevaron a cabo en el Continente Americano.
Es en el Santo Domingo de inicios del siglo XVI, donde los españoles levantaron la primera ciudad colonial de América, sede de ese llamado Nuevo Mundo. Un laberinto rectilíneo que atesora importantes ruinas monásticas, con elegantes aldabas en las puertas y grandes ventanales que palpitan con la fusión tropical de la caoba y pisos empedrados. Pasear por sus calles centenarias y contemplar las casas coloniales y las fortificaciones que, a pesar del tiempo, mantienen el encanto de los siglos pasados, tanto en sus fachadas como en sus interiores es un encanto. Admirar los numerosos templos religiosos que aguantan los embates del tiempo y del clima nos asombra. Visitar iglesias pequeñas como la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, u otras más impresionantes como el Templo de las Mercedes, o contemplar la Catedral Primada de América es viajar a los orígenes del cristianismo en el Nuevo Mundo.
Es la Ciudad Colonial por donde hoy transitan a diario miles de visitantes, de las partidas de dominó en mitad de la calle y el sonido perenne de la güira y la tambora que la hacen bailar al ritmo de un merengue sin pausa. Conocida también como la Zona Colonial, hoy es el núcleo urbano más antiguo de la ciudad de Santo Domingo de Guamán, capital de la Republica Dominicana.
El 8 de Diciembre de 1990 fue declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO) como patrimonio de la Humanidad, bajo el nombre de Ciudad Colonial de Santo Domingo. Es uno de los destinos turísticos más importantes de la ciudad de Santo Domingo y es justo el lugar donde empezó la historia del Nuevo Mundo.
En la Ciudad Colonial hay diversas construcciones de carácter cultural e histórico y casas de grandes figuras de la sociedad del período de la conquista en América, en conjunto se encuentran más de 300 lugares históricos.
En esta zona colonial de la ciudad de Santo Domingo empezó la historia del nuevo mundo. Se extiende desde el norte de la avenida George Washington hasta el este de la avenida 30 de marzo hasta que la 30 de marzo hace esquina con la avenida México y desde sur de la avenida México hasta el oeste de la avenida Francisco Alberto Caamaño.
Entre esos lugares interesantes encontramos el Alcázar de Colón, que perteneció a Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón; la Catedral Primada de América, la Fortaleza Ozama, el Museo de Las Casas Reales y otros más que iremos conociendo en próximas entregas.
Si desea experimentar el encanto de conocer los orígenes del nuevo mundo, recorra sus calles y visite sus monumentos históricos, la zona es un lugar mágico, en el que los visitantes tienen también acceso a buenos restaurantes, hoteles, actividades culturales y a un patrimonio rico en historia.