Miles de anuncios de Airbnb empiezan a desaparecer de su web y del mercado en Nueva York (Estados Unidos). A partir del 5 de septiembre de este año, las autoridades municipales dicen que harán cumplir las normas sobre alquileres a corto plazo de manera más agresiva. La Ley Local 18 de la ciudad se aprobó en junio de 2023 y obliga a los anfitriones de la plataforma a registrar su viviendas en la Oficina de Ejecución Especial de la alcaldía de Nueva York para alquilar. La regulación pionera en la ciudad también establece sanciones civiles de hasta 5.000 dólares por infracciones.
Aún registrándose en el servicio municipal, la nueva normativa prohíbe alquilar apartamentos enteros si la estancia es de menos de un mes. Para estancias más cortas, el propietario debe compartir la vivienda. Por su parte, la empresa de arrendamiento turístico, Airbnb, ha calificado los procesos de registro como “laberintos para los alquileres a corto plazo” y como “una prohibición de facto de los alquileres a corto plazo”.
Según informa Forbes, los alquileres a corto plazo en Nueva York generaron 85 millones de dólares en ingresos netos anuales para Airbnb en 2022, según la demanda. Lo cual supera el 1% de los 8.400 millones de dólares de ingresos anuales de la empresa estadounidense. En la ciudad, se calcula que habría unos 30.000 apartamentos y casas —sin contar loss hoteles que utilizan la plataforma— registrados en la página web que, hasta ahora, gozaban de una mayor libertad legal para ponerlas en alquiler.
En la ciudad, igual que sucede en Europa, se está viviendo una crisis de la vivienda potenciada por estos pisos de alquiler turístico. Se sube el precio de la vivienda, sobre todo en el centro de las ciudades y los residentes se ven obligados a vivir en las afueras a un precio más asequible.
Una batalla desde hace tiempoNueva York, regida por el alcalde demócrata Eric Adams, y empresas como Airbnb llevan mucho tiempo peleándose por la regulación de los alquileres de corta duración. El ayuntamiento calcula que hay unos 10.800 alquileres ilegales de corta duración en toda la ciudad y es uno de los objetivos principales de la regulación.
A partir del 5 de septiembre, los huéspedes tendrán menos opciones para alojarse. Los propietarios están ya bloqueando las reservas para fechas posteriores a la entrada de la legislación. Los viajeros deben volver a comprobar sus reservas si planean alojarse en Nueva York este otoño. Airbnb dice que no cancelará las reservas con check-in antes del 1 de diciembre para mitigar los efectos para anfitriones y huéspedes.
La nueva ley prohíbe a las plataformas de reservas procesar pagos por transacciones no registradas. Eso significa que no solo Airbnb, sino que otras plataformas como Vrbo o Booking.com también se enfrentan a sanciones.
Otras ciudades estadounidense, como Dallas o Philadelphia, han empezado también a regular este tipo de alquiler turístico de corta duración, pero la gran manzana es la que más límites está estableciendo. Eso sí, Nueva York no es la primera en hacerlo. Ciudades como Tokyo o París también han aplicado regulaciones, cada una con sus complejidades.
Airbnb y los anfitriones dicen que las normas hacen casi imposible que alguien registre un alquiler. “La ciudad está enviando un mensaje claro a millones de visitantes potenciales que ahora tendrán menos opciones de alojamiento cuando visiten Nueva York: No sois bienvenidos”, afirma Theo Yedinsky, director de política global de Airbnb.
AGENCIAS