AFP
Agobiado por la falta de agua, el Canal de Panamá mantendrá por un año las restricciones para el paso de buques, medida que ha congestionado los accesos a la vía por la que pasa el seis por ciento del comercio marítimo mundial.
«Hoy en día estamos viendo por un periodo de un año, a menos que en el mes de septiembre, octubre y noviembre caigan grandes lluvias en la cuenca hidrográfica del Canal y llene los lagos», dijo en una entrevista a la AFP Ilya Espino, subadministradora del Canal de Panamá.
Ese período permite al cliente «saber que tiene un año para planificar qué es lo que va a hacer», añade.
El Canal de Panamá, de 80 kilómetros, conecta el Océano Pacífico con el Mar Caribe. Por esta vía panameña, cuyos principales usuarios son Estados Unidos, China y Japón, pasa el seis por ciento del comercio marítimo mundial.
La escasez de lluvias, producto del cambio climático y el fenómeno de El Niño, ha hecho que el Canal redujera desde el pasado 30 de julio el número de tránsitos para ahorrar agua.
Si antes pasaban unos 40 barcos diarios, ahora sólo pueden transitar un máximo de 32. Además, la autoridad canalera también redujo el calado de los buques a 44 pies (13,4 metros), dos menos de los que antes permitía esta vía.
La reducción del tránsito ha provocado un aumento considerable del número de embarcaciones que hacen fila para cruzar.
Sin restricciones, hasta 90 barcos permanecían en espera para cruzar el Canal desde ambos extremos. Ahora se pasó a tener unos 130 en espera este jueves, una cifra que incluso ha llegado hasta las 160 embarcaciones.
El tiempo de espera también se ha disparado. De los 3 a 5 días que esperaban los buques para cruzar el Canal, con la crisis se ha llegado a 19 días, aunque ahora se ha reducido hasta 11.